November 16, 2008
EL LIMPIADOR DE
ZAPATOS
Llevaba varios años trabajando como
docente en un Centro Educativo Ocupacional dando clases de
computación para adultos, y cuando llegue a trabajar al
colegio encontré al lado de la puerta del salón
de clases, una tabla de 30 por 50 Cmts. con bastantes chapas clavadas
en una cara de la tabla, instintivamente cogí esa tabla y lo
puse en la puerta para que se limpien los pies en vista que por esa
época llovía mucho y los alumnos llegaban con los
zapatos sucios, y así paso a ocupar dicho lugar por varios
años.
Un buen día, se inscriben como participantes en mi curso de
“Computación e Informática”,
tres profesores, entre ellos un abogado primo mío, un
profesor secundario y un Ex-Director de UGEL y se percataron
inmediatamente de dicho “limpiador” en la puerta de
mi Salón; hecho que les incomodó en sobremanera,
lo cual me sorprendió mucho.
Una noche, los tres profesores me invitan a tomar un café,
luego de clases, lo cual acepte, y salimos después de
clases, luego de ciertas conversaciones preliminares, de manera
protocolar el Ex – Director, de edad muy avanzada, toma la
palabra con frases rebuscadas explica la necesidad de eliminar la
violencia y el castigo como métodos de enseñanza
en la escuela, y que medidas tomar para que esto no ocurra,
seguidamente mi primo me pregunta respecto a la tabla que yo pongo en
el piso todos los días a la entrada del salón y
el mensaje simbólico que implicaba su presencia; hecho que
me sorprendió de sobremanera, porque para mi dicho
dispositivo era como había dicho anteriormente:
“Un simple y curioso limpiador de zapatos”.
Poco a poco me fui dando cuenta de lo que ocurría. El
mensaje subliminal que enviaba a los alumnos, en aquello que como
dichos profesores; me hacían entender, lo habían
utilizado como herramienta de castigo, que reemplazaba a “La
Palmeta”; desconozco su nombre, pero me lo hicieron conocer
muy bien: yo conocía muy bien la frase “Al
rincón, quita calzón”, sabia
también que a algunos malcriados los mandaban al
rincón cuando se portaban mal, pero desconocía
que a los alumnos se les hacia arrodillar en dicho tablero con chapas
cada vez que se portaban mal.
Puedo comprender, el mensaje de colocar un chicote de tres puntas o un
látigo en un lugar especial como medida preventiva
persuasiva para los malcriados porque uno tiene recuerdos pasados,
aunque nunca lo haría, así como
desconocía que en mi salón yo había
colocado en la puerta (sin querer) una herramienta de castigo para
prevenir del mal comportamiento a mis alumnos.
Lic. Elvis Alvarez Torres
CETPRO INDUSTRIAL SAN CARLOS
UGEL 05 - SJL/EA
www.arturinsa.com
997562312
SI LES GUSTO LA LECTURA LES INVITO HACER CLICK
EN LOS VINCULOS DE MIS AUSPICIADORES